Domingos de Acción Constituyente: 23 de abril de 2023.

El pasado domingo 23 de abril los abstencionarios de Málaga realizamos nuestra habitual acción semanal en el mercadillo del Ferial. Una gran cantidad de curiosos optaron por entablar conversaciones con nosotros. Es posible que esta labor sea confundida con la de unos simples proselitistas más de una fe; incluso Gramsci nos advirtió que la filosofía no es vista por la propia masa sino como una fe.

Sin embargo, la democracia formal no puede fundarse o salvarse únicamente por la fe, sino por las obras de nuestros compatriotas. Nosotros debemos guiar su energía individual y libre albedrío. Este último,  según Jose Luis Gambra se entiende como la capacidad de elegir, en cada circunstancia, entre los actos que está a su alcance realizar (encaminados o no al bien). Es decir, sólo podrán ser potenciales abstencionarios aquellos compatriotas capaces de ser responsables de sus actos tanto positivos como negativos.

Milgram en su obra Obediencia a la autoridad estudia cómo el individuo en determinadas circunstancias adopta posiciones conformistas: delegar en el grupo para tomar decisiones, o deduce que es un instrumento del deseo de un tercero, y, por tanto, un irresponsable. El enemigo inoculado por nuestra partidocracia de la libertad es el maldito relativismo y la irresponsabilidad. Un relativismo, contradictorio en sí mismo porque, si toda idea es relativa ¿por qué tengo que creer el axioma: todo es relativo? Si todo es relativo, el ciudadano piensa que cualquier ocurrencia de una facción política es plausible. Aparte de que estos mismos partidos estatales organizan la acción política de tal manera que nuestros compatriotas, en nombre del «bien común», sólo deseen someterse irresponsablemente a la lista de un partido. ¡El partido obrará porque soy incapaz! Un desprecio absoluto al espíritu ciudadano.

Recordemos que en la ciudad de Nueva York (EE.UU) como premio por vacunarse de COVID-19 las autoridades proporcionaban cannabis a los vacunados. Se nos olvida, como indica Ostrogorski, que ejercer el poder significa intimidar. Aristóteles, en su Política, nos advierte del instrumento que es el miedo para mantener el poder. Afortunadamente, siempre existe un 20-30% de personas indomables.

La doctora Montessori, llamaba «encarnación progresiva» al proceso por el cual el individuo perfeccionaba su relación cuerpo-alma. Nuestro rol de abstencionarios debe ser, como hemos dicho, muy claro: GUÍAS. No somos maestros. Respetemos el «ritmo interno» de cada compatriota. No adoptemos posturas paternalistas: ¿usted por qué vota en blanco? ¡Debe abstenerse por su bien!

De hecho, la doctora Cristina Martín Jiménez nos recuerda que nuestros enemigos pretenden, precisamente, evitar el despertar de nuestra conciencia. Nuestros enemigos no son los compatriotas errados o confundidos, sino aquellos compatriotas que tratan de generar voluntades en individuos vacíos para que obedezcan a la partidocracia.

El fin es mantenernos alejados de nosotros mismos, es decir, de nuestra alma. El objetivo es impedir el despertar de la conciencia, que consiste en una comprensión plena de quienes somos como humanos en conexión con todo lo que existe en una dimensión cósmica, en comunicación y contacto con todo lo visible y lo invisible.

¿Seremos capaces de recordar a las multitudes la fuerza que tendrían si fuesen capaces de presionar o intimidar a nuestros gobernantes? Lamentablemente, la manipulación o control organizado de la psique parece dominar el mundo. Nuestros políticos electos, como decía Hannah Arendt, no deben su posición en el Estado a sus votantes, sino a sus directores de campañas u otros que conocen y manipulan las mentes de sus votantes.

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