Domingos de Acción Constituyente: 5 de febrero de 2023.

Sumamos día de acción informativa repitiendo ubicación y gran acogida por parte de la ciudadanía en el Mercadillo del recinto ferial de Málaga.

Hoy nos hemos reunido Juan, Adrián, Vishnu, Juanlu, Ricardo, María Luisa, David, Eliseo, Cuko y yo mismo, estando también presentes con nosotros el apoyo de cada uno de los compañeros y personas que, día a día, invierten su tiempo y energía en difundir las ideas de la Libertad Política Colectiva allá por donde vayan, impulsando y expandiendo nuestro movimiento en cada semilla que siembran en sus caminos.

Una vez más —siendo síntoma claro del patente malestar de la sociedad española hacia la clase política—, la goleada del NO en respuesta a la pregunta que semanalmente lanzamos ¿Hay democracia en España? ha sido escandalosa, ¡muy pronto nos faltará pizarra!

A pesar del rotundo resultado —que se repite una vez tras otra—, pocas son aún las personas que sabennombrar acertadamente los dos pilares que son el génesis para denominación talde un sistema político: 1) la separación de poderes y 2) la representación del pueblo.

Comentarios como «son unos ladrones», «todos son lo mismo», «esos nada más que saben mentir y robar», «no dan un palo al agua», «les importan tres pepinos el pueblo», «anda y que les den» y de naturaleza similar abundan cada semana… pero, aunque definen bien el actuar y el ser de los especímenes políticos que pueblan el ecosistema autóctono, suspenden estrepitosamente la única pregunta del examen con el que los participantes son evaluados…

Algún viandante, en su inocente ignorancia, incluso confundía democracia con libertad de expresión. Y merece la pena decir que no es la primera vez que nos encontramos con esta confusión en nuestros interlocutores.

Tal fue el caso esta vez de una señora que «tras animarse nuestro compañero Juan a coger el micrófono y mientras nos regalaba a los presentes con una de sus espontáneas y ya famosas arengas por la Libertad Política Colectiva nacidas desde lo profundo del corazón— comenzó a increpar enardecida, clamando a viva voz que nuestra presencia y la de nuestro mensaje eran la demostración fehaciente de la existencia de democracia en España —desacreditándose así ella misma y demostrando ante la platea su falta de conocimiento sobre la materia en cuestión—.

Puesto que, si no hay herramientas de control reales y efectivas a disposición del pueblo para protegerse del Estado y de su cada vez más perversa maquinaria, poco importa lo alto o bajo del volumen, lo poco o mucho que aquel pueda decir sobre este, porque estará igualmente maniatado e indefenso ante los eventuales ataques y abusos de poder al que quieran someterle aquellos que ostenten los sillones…

Hay que recordar que este tipo de carencias o fallas conceptuales son inadvertidas por quienes las padecen y los eventos aparejados a las interacciones que naturalmente con ellas se despliegan debemos tomarlos como amables oportunidades de aprendizaje que se nos presentan para seguir insistiendo en nuestra labor pedagógica y de información —por tierra, mar y aire—,con un profundo respeto por el nivel consciencial de la persona con la que interactuemos, la paciencia de un Job contemporáneo, y la mayor sabiduría-compasión que sepamos desplegar.

De esa manera la lección irá calando hasta que le demos la vuelta a la tortilla, recordando siempre que nuestro movimiento nace del pueblo y tiene como destinatario al pueblo mismo, y que llegará el día en el que lo raro sea encontrar gente que no se la sepa.

Mientras ese día llega repitamos la lección cuantas veces sean necesarias: los pilares para que haya democracia son 1) la separación de poderes y 2) la representación del pueblo. Para empezar, 100 veces en la pizarra.

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