La Junta de Andalucía inicia las expropiaciones para talar 20.000 árboles en la Vega de Mestanza y destruir especies protegidas. ¡El ECOCIDIO sigue adelante!

El 24 de julio se abrió el proceso para expropiar los terrenos de la Vega de Mestanza, según publicó el BOJA. Así se ha dado el siguiente paso del proceso administrativo para talar más de 20.000 naranjos, y arrasar con especies protegidas que viven en la ribera como el camaleón y la nutria, así como multitud de aves migratorias. Se perderán más de 110.000 metros cuadrados de cultivos, afectando a más de cien familias.

Existen cuatro ubicaciones alternativas, de 100 millones de euros más baratas, para construir la depuradora.

¿Y luego presumen de políticas verdes, de ecologismo y de prevención del cambio climático? ¿Destruyendo árboles y dejando Málaga sin uno de sus pulmones verdes?

¿Y luego dicen que apoyan a los agricultores y la economía malagueña, devastando los terrenos de cultivo más fértiles que hay en Málaga?

La Junta de Andalucía avanza inexorable con su apisonadora hacia esta catástrofe natural, insensible a años de protestas de los vecinos y procesos judiciales abiertos. Pero nada de eso parece servir de algo. Y como no hay representación política en esta falsa democracia, sino que todo se decide por los partidos, los malagueños quedan indefensos ante este crimen.

Para muestra de ello: todos los políticos que visitan la Vega, incluso los de los propios partidos que han acordado destruirla (antes el PSOE y ahora el PP), coinciden en que es un error, pero que «ya está aprobado» y que «no se puede hacer nada». Se lavan las manos, no solucionan nada, e incluso nos arrebatan el medio ambiente… mientras siguen cobrando de nuestros impuestos.

El afán de lucro de la partidocracia ha decidido construir la depuradora en el lugar más caro posible, sin importarles que sea el más dañino para el medio natural y la economía agrícola. Nos van a convertir en un desierto, destruyendo los pocos árboles que nos quedan.

¡La catástrofe sigue adelante! ¡Tenemos que salvar la Vega!

La sociedad civil malagueña está respondiendo la llamada. Se plantea mandar centenares de cartas de queja como esta, para empantanar la Administración con un clamor de protesta ante semejante atrocidad.

Y, en última instancia, los malagueños acamparemos en la Vega para detener las obras. Construiremos todo un poblado si hace falta, de resistencia a la tiranía y a este ecocidio.

A ti que lees estas líneas: ¡ayúdanos a difundir! ¡Que España entera conozca esta tragedia! La Vega cada vez se conoce por más personas, hoy es casi una institución de Málaga, pero no es suficiente. Tenemos que seguir arrimando el hombro en esta larga batalla entre la preservación del medio natural y las garras de la codicia humana.

Plántate con nosotros como un árbol más de la Vega, ¡y hagamos entre todos un bosque de Esperanza frente a las máquinas excavadoras de la partidocracia!

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