Día reivindicativo en la Vega de Mestanza. ¡Los políticos no nos quitarán la vega!

Hoy, 15 de abril de 2023, un nutrido grupo de abstencionarios malagueños y varios camaradas granadinos nos hemos aunado con gentes de toda la geografía malagueña, contando además con la inestimable presencia del ganadero extremeño, Jesús Manuel Martín Crespo El Autóctono. También fue la prensa y hasta la televisión nacional (La Sexta) cubrió el evento. Todos fuimos en apoyo a la lucha de #SalvarVegaMestanza por librarse de la amenaza tiránica y acechante de la partidocracia española, que se cierne para acabar con la Vega de la Mestanza.

Allí pasamos un precioso día primaveral, al ritmo del grupo de verdiales La Torre, y degustando las riquísimas mandarinas y naranjas que nos regala el río y su abundante vega.  La música y danza de los verdiales hunde sus raíces en tiempos inmemoriales, con fiestas y ritos agrícolas harto antiguos: nada menos que las Saturnales romanas y el culto a la diosa Ceres. Desde luego, es la música más apropiada para este día festivo y campestre, a pesar de los tristes hechos que se ciernen sobre tan verde y bucólico paraje.  

Los hechos.

En unas 30 hectáreas con más de 12.000 árboles frutales en plena producción, donde además conviven distintas especies protegidas como el camaleón y la nutria, está proyectada una estación depuradora de aguas residuales.

Los afectados.

Los vecinos consideran que uno de los principales inconvenientes del actual emplazamiento para la depuradora es «el alto riesgo de inundabilidad que presenta este terreno», como ha quedado patente en numerosas ocasiones durante este tiempo, especialmente tras las últimas riadas que provocaron graves daños y estragos en la provincia en el año 2019.

Así, dentro del proyecto, se contempla levantar una isla de cemento de más de 4 metros de altura para evitar que se inunde la zona. Pero si el agua viene con fuerza, seguirá reclamando su espacio, y, si encima se reduce el cauce del río, acabará desbordándose por otros lados, poniendo en serio peligro la vida de los vecinos y sus bienes.

Maricarmen Mestanza, portavoz de la asociación de vecinos de la Vega de la Mestanza, nos recuerda que hay alternativas más baratas y menos faraónicas para hacer la depuradora en otro sitio. Ubicaciones alternativas que se conocen y que no son terreno inundable, ni hay que cortar árboles. Ella remarcó que si el precio de una estación de este tipo es de 40 millones, «al querer construirla en terreno inundable esta depuradora costará 131 millones», tal y como está proyectado actualmente.

Se trata de un sinsentido administrativo: una depuradora más cara y en el lugar donde más daños genera en la biodiversidad y en los vecinos que viven pegados a la vega. Y además destruyendo uno de los últimos pulmones verdes de la ciudad: acabando con la vida de 12.000 árboles. ¿Qué sentido tiene obcecarse en hacer la depuradora en la vega, sino obtener el máximo lucro posible con una obra el doble de cara?


Pues bien, tal afrenta pretendida por los mandamases partidocráticos de la Junta de Andalucía no tendría cabida en un sistema justo y cabal, donde existieran límites y control al poder político.

La Libertad Política Colectiva por la que abogamos desde el movimiento abstencionario permitiría dotar al pueblo de las herramientas necesarias para hacer frente a un despropósito tan aberrante e interesado, tan movido clara y exclusivamente por los mismos egoístas intereses que condicionan el actuar de toda la clase política española: hacer caja y medrar a costa de cualquier cosa menos del trabajo y el esfuerzo propios.

Fíjense que no hay matiz ni diferencia alguna en la anterior reflexión. No hay distinciones por partidos: toda la clase política entra en el mismo saco, que no es otro que el de obtener el mayor lucro posible aun a costa de árboles, camaleones o nutrias que se interpongan en su implacable camino.

A ellos no les importa lo más mínimo si el llenado de sus bolsillos (de sus cuentas en paraísos fiscales) se lleva por delante un sistema natural rebosantemente rico y biodiverso. Eso sí, cuando toca promover el tipo de ecologismo y sostenibilidad que sí que les interesa (€€€), rápidamente se ponen su máscara de ecologetas en «defensa» de cualquier causa. Tampoco el peligro al que se expondría las vidas de los vecinos y sus bienes por el alto riesgo de inundabilidad les parece frenar…  todo eso les da igual. Lo que importa es llevarse sus sacas bastante llenas. Bien saben además que el sistema de partidos está hecho a su medida: si luego algo sale mal, no tendrían que rendir responsabilidades ni cuentas a nadie. Esas cosas solo aplican a la simple y mortal plebe; así es, tristemente, como ellos piensan.

El problema de fondo no está en que ganen unos otros (ya sea que se denominen de izquierdas o de derechas). El problema real es que, gobierne quien gobierne, no podemos controlarles, limitarles, ni impedirles que, una vez en el poder, hagan lo que les parezca; el voto debería ser el principio de nuestros derechos, no un cheque blanco con el que nos condenan.

Ya casi para terminar viene a mi mente el recuerdo del grupo de verdiales La Torre, quienes con su música, canto y baile pusieron el adecuado broche autóctono malagueño a esta ilustre y festiva jornada.

Mientras rememoro el día y aflora el sentir de lo vivido, nacen unas palabras; para quienes aún no conozcan la auténtica Vega de la Mestanza:

La Vega de la Mestanza es la última vega fértil de Málaga capital.

La Vega de la Mestanza es conocida por ser un precioso vergel conformado por miles de naranjos, limoneros y mandarinos que regalan cada año millones de deliciosos frutos a todos los afortunados que con ellos se deleitan.

La Vega de la Mestanza es un hábitat rebosante de agua y vida, hogar de muchas criaturas de los reinos vegetal y animal, donde nos incluimos también a nosotros mismos, la especie humana.

La Vega de la Mestanza es tradición, raíces, sonidos, color, olor y sabor a Málaga.

La Vega de la Mestanza es el fruto de la dedicación de familias honradas, humildes, trabajadoras y luchadoras.

La Vega de la Mestanza es Málaga, es Andalucía y es España.

Y para cerrar, la siguiente frase que compartía con nosotros Maricarmen Mestanza:

Un pueblo que no lucha por sus derechos es un pueblo que renuncia a su libertad.

Nada más que decir, sus señorías: en nuestras manos está la supervivencia de este tesoro.

Salud y Libertad Política Colectiva.    

                                                                     

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