Marcha Abstencionaria: crónica del 27 de mayo de 2022.

23’20h de la noche… Llegué a casa, cansada pero feliz.

No sé mis compañeros, pero yo, cuando caminaba junto a ellos, pancarta en las manos y coreando a todo el mundo; «¡Lo llaman democracia y es partidocracia!» «¡Yo no voto!»… Y seguido de silencios… Silencios llenos de energía, ímpetu, agradecimiento, serenidad… Me sentía llena, y sobre todo, libre.

Eso es lo que perseguimos, la libertad. La libertad política colectiva (la teoría se la dejo a mis compañeros, yo os contaré mi experiencia).

Nos dirigimos a Málaga, Eliseo, Adrián, Vishnu y yo en coche cargados de cartelería. Algunas estrenadas hoy, ¡qué equipo!

Llegando al punto de encuentro, fueron apareciendo poco a poco los demás compañeros, de Málaga, de Cádiz y de Granada. Muchísimas gracias chicos por apoyarnos en este camino. Todos portamos un cartel, reivindicando la abstención, la libertad, la democracia en España.

Salimos formando una fila, llenos de ilusión y emoción, pues era nuestra primera marcha.

Conforme caminábamos, la gente se quedaba con miradas atónitas, desconcertadas, asombradas, pensativas, recelosas… Algunos sonreían y compartían nuestros lemas.

La mayoría, ignorantes de lo que estábamos haciendo. Decía frases como; «Ahí llegan los de VOX!»; «Otro partido político más»; «¡Habéis destrozado la bandera!»

En la sociedad estamos tan acostumbrados a criticar sin antes informarnos, que todo nos parece normal. Normalizamos que tenemos democracia en España y no queremos informarnos de lo que realmente estamos viviendo. Observamos, criticamos, nos enfrentamos entre nosotros, y dejamos que la vida pase sin querer cambiar las cosas.

Antes de querer cambiar algo, debemos cambiar nosotros mismos.

Ese es nuestro propósito en esta asociación civil: crear hegemonía cultural, darnos a conocer y divulgar nuestras ideas, para concienciar a las personas y hacerles ver que hay solución, o por lo menos, una salida al cambio. Podemos conseguir la democracia en España. Difícil sí, pero no imposible.

Difícil es salir a la calle y explicar a la gente quiénes somos. Lo fácil, quejarse sentado en el sofá. La gran mayoría está en esta situación. Nosotros, en las calles.

¡Y no pararemos hasta conseguir nuestro propósito!

Marchamos por algunas calles típicas de Málaga. Bastante gente, ¡qué subidón la verdad! Entre parada y parada, nuestros compañeros Juan y Juan, dijeron unas palabras llenas de inteligencia y sabiduría. La gente los escuchaba atentos.

Nuestro compañero Álvaro cantó su espléndido rap «Para ná representados», tres veces en las tres paradas que hicimos. Resumen magnífico de lo que vivimos en España. Qué máquina Álvaro, ¡¡me encanta!!

Seguimos nuestro camino, coreando nuestros lemas… marchando en silencio… corenado… marchando…  Silencios… sonrisas… emociones…

Llegamos al Muelle Uno y se nos presentó la policía portuaria. ¡Con la policía hemos topado! ¡Se acabó la función! Hicieron su trabajo. Respetable, sí, pero no compartido por las formas en las que lo llevan a cabo. El ego les pudo.

Deciros que había un mitin de VOX en el puerto y la gente nos confundía con ellos. No sé porqué, si no íbamos de verde… ¿qué raro no? Pues era porque la bandera española la relacionaban con VOX, como si fuesen de ellos. Estamos llenos de ideologías, qué pena.

Destacar, a una persona que se ensalzó con nosotros verbalmente y bastante enfadado, decía frases como; «¿Que no hay democracia en España?, ¡Pero qué decís! Tenemos libertad,  hospitales, colegios… Qué vais a hacer vosotros frente a 40 millones de españoles que somos? ¡Qué os creéis que sois! ¡Sois unos imbéciles!!…»

Claro que, no seguimos ese enfrentamiento. Sólo estaba proyectando en nosotros el miedo que esa persona tenía en su interior. Eso es lo que quieren nuestros políticos, enfrentarnos, que tengamos miedo.

Pues no, en vez de eso, Juan, el chico más joven del grupo. Lo apartó a un lado, le habló serenamente y le explicó el por qué estábamos allí. Le dio un folleto de la Junta Democrática de España y aquel hombre se quedó leyéndolo más sosegado…

Ese es nuestro propósito: ayudar a las personas a cambiar de pensamiento. Pensamientos más positivos, más energéticos y más luchadores.

Porque de eso sí que estoy segura.  España será una democracia.

Y el tuyo, ¿cuál es tu propósito?

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