Bajo el volcán.

Si nuestra civilización tornara a la sobriedad por un par de días, al tercero moriría de remordimientos.

Malcolm Lowry, Bajo el volcán.

El Día de Muertos de 1938, el ex cónsul británico en México, Goofrey Firmin, se dispone a vivir las últimas doce horas de su atormentada vida en la ciudad Azteca de Quauhnauac (Cuernavaca), bajo la mirada atenta de sus dos majestuosos volcanes: el Popocatépetl y el Iztaccihuatl.

La ciudad bulle imbuida por el espíritu redentor de la muerte, en un ir y venir de personajes enmascarados y fantasmagóricos con biografías tremebundas. El poder alucinógeno del mezcal abre las puertas de la percepción y el diálogo con Tánatos se produce en las cunetas de la Historia. Desde Homero a Heráclito pasando por Shakespeare y Cervantes. Siempre fue así. No habrá misericordia para la humanidad. La gran metáfora y el fatal sarcasmo escoltarán las almas al inframundo.

Hoy, doce de octubre, Día de la Hispanidad del Año de Nuestro Señor 2021, una lengua de fuego y lava arrastra inexorablemente todas las fuerzas que la naturaleza ha contenido durante cuarenta años, en el seno de su Régimen sometidas, por más que se empeñen sus santos custodios en retenerlas.

El humo del volcán comenzó a divisarse en el horizonte de sucesos el quince de mayo anno domini 2011. Falsa alarma. Entre deseos utópicos y ucronías de democracia directa; fanfarrias y proclamas; de los indignados no emergió ningún liderazgo de lealtad a la sociedad civil levantada, para que éstos condujeran en un asalto al movimiento que derrocara la naturaleza impostada de la cosa: El Régimen de Partidos.

Se perpetró la más vil traición de las últimas décadas. Unos felones y taimados caudillos, ignorantes, con el único valor del oportunismo, se configuraron en partidos del Estado para perfeccionar el Régimen y desarrollar lo que nunca fue democracia. Un dislate.

Estas muñecas rusas o matrioshkas que huelen a propaganda estalinista, Checas de la Complutense y liquidadores de toda esperanza, son flor de un día; nada puede prosperar que no haya, anteriormente, germinado.

No gastaré más palabras para describir lo que hasta un ciego puede ver, un sordo oír y un idiota comprender.

Mientras tanto, el inconsciente colectivo de la Nación española va reprimiendo el malestar de la cultura. Las verdades las convierte en falacias y cava pozos de inmoralidad mental, quebrando la tierra que les vio nacer y que les acoge desde el principio de los tiempos.

Otto Von Bismarck dijo: «La nación más fuerte del mundo es, sin duda, España. Siempre ha tratado de autodestruirse y nunca lo ha conseguido. El día que dejen de intentarlo, volverá a ser la vanguardia del mundo».

Pero en la tierra de la piel de toro, vieja y sabia, lleva creciendo la semilla de la libertad política colectiva que antaño sembró el maestro Trevijano. Este magma evolucionado lo representan sus herederos: grupos de hombres repúblicos organizados, conocedores de la ciencia política y su acción. La colada de fuego se abre camino, indefectiblemente, hacia el mar de la libertad.

Una de las figuras relevantes, es el joven discípulo de Don Antonio, Rubén Gisbert. No es el único (en Málaga el programa «Camino a la Libertad», capitaneado por Emilio Triviño, Iturralde y Alejandro, es un ejemplo), pero sí el más destacado. Gisbert ha resucitado a la Junta Democrática en las capitales de provincia más importantes de España; con el objetivo de extenderla a todo el ámbito nacional.

En Málaga un grupo de cuarenta personas coordinadas por Eliseo y Adrián, recientemente han celebrado su primera Asamblea. Málaga, ciudad de bástulos y la primera en el peligro de la libertad, ha dado un paso al frente, rompiendo el tópico refranero: «De Málaga es el peine para que no peine».

Esta fuerza telúrica imparable trae consigo el siguiente mensaje:

A.- Abstención hasta deslegitimar el Régimen.

B.- Movilizaciones masivas.

C.- Abrir un periodo de libertad constituyente.

D.- Cambiar la Ley Electoral del sistema proporcional de listas por un sistema uninominal: Un hombre, un voto. La ley electoral no va escrita en la Constitución, por razones obvias.

E.- Elaborar una Constitución que constituya la representación del sujeto político y la división de los poderes del Estado con sus contrapesos, balanzas y equilibrios.

F.- Ir por primera vez en la Historia a unas elecciones libres donde los españoles tengan en sus reglas del juego una forma de gobierno con democracia formal y una República Constitucional como forma de Estado.

No digo más.

Es nuestro destino vivir aquí…

Mira este glorioso país montañoso,

mira sus colinas, sus valles, sus volcanes,

increíblemente bellos ¡y pensar que es nuestro!

seamos buenos y constructivos y hagámonos merecedores de él.

Malcolm Lowry, Bajo el volcán.

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