La lógica es la moral del conocimiento, como la moral es la lógica de la acción.

Si nuestro cerebro utiliza el conocimiento para protegerse y, como dice Piaget, la lógica es la moral del conocimiento, ¿cómo es posible que a estas alturas de la descomposición de la política española, haya aún personas con distinguida formación cultural participando en el voto electoral?

Al saber que un conocido profesor de filosofía anima a sus lectores a votar como resultado de una actual situación de emergencia, uno tiene el deber de considerar de qué lado está la moral en este caso. ¿Por qué este profesor de filosofía entiende que unas veces no es necesario votar y otras sí? ¿Acaso es una cuestión de oportunidad? ¿Estamos hablando de oportunismo?

El oportunismo es una forma de vida agazapada, carece de actitud moral, ya que su justificación nace de las circunstancias, no del sujeto moral. Entrar y salir de nuestro sistema político con el mismo desenfado que se entra y sale de un teatro no es propio de personas serias y formadas. Más bien denotan personas tristes, sin valores, imprevisibles y por lo tanto, dignos de desconfianza.

Creo que lo mejor que puedo decir de este tipo de personas es que son víctimas de lo que se conoce como razonamiento emocional, un razonamiento, supongo, dirigido en este caso por su propio miedo, haciendo que su razonamiento sucumba ante esa emoción, desconociendo así coyunturalmente su lógica. Pedir el voto en un sistema electoral que no representa al votante es un ejercicio de vulgar cinismo.

Y es que en realidad está a la altura de su propia sociedad, una sociedad que actualmente vive en los sótanos de su propia vida, pero sótanos también de unos edificios habitados en sus estancias nobles por esos oligarcas, quienes, con sus fantasmagorías, recluyen a las masas en la servidumbre del miedo.

Resulta patético que este mismo profesor haya dedicado parte de su tiempo de estudio a un Filósofo como Spinoza, ya que tendría que haber aprendido, o al menos aprehendido, de su seriedad y coherencia intelectual. Spinoza fue expulsado de su comunidad judía y afrontó numerosos ataques y traiciones, justamente por no ceder ante supuestas emergencias sociales, o si se quiere, políticas, ya que lo verdaderamente emergente en una persona es su actitud en la vida.

Profesor, para acabar siendo un mero agitador de votantes al servicio de un sistema oligárquico, no es necesario ocupar una cátedra universitaria, o sí.

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